La plataforma Spotify ha revelado los datos globales de su campaña anual Wrapped, y Bad Bunny emerge como el gran dominador del año. El artista puertorriqueño se ha posicionado como el Global Top Artist de 2025, reafirmando su estatus como una fuerza imparable en la música contemporánea. Este reconocimiento subraya la masiva conexión global del intérprete y su capacidad constante para definir el pulso cultural.
El dominio global de Bad Bunny y la música latina
Según los datos exclusivos de Spotify, Bad Bunny lidera la clasificación principal, seguido por Taylor Swift y The Weeknd en el segundo y tercer puesto, respectivamente. Su álbum “DeBÍ TiRAR MáS FOToS”, que debutó en el número uno del Billboard 200, también ha sido nombrado Global Top Album del año. El sencillo principal del álbum, “DtMF”, se encuentra entre las cinco Global Top Songs, listado que encabeza “Die with a Smile” de Lady Gaga y Bruno Mars.
Este resultado no es un fenómeno aislado, sino parte de una tendencia consolidada. La música latina ha tenido otro año crucial en Spotify. Por segundo año consecutivo, la música mexicana se posiciona como el género latino más escuchado, seguido del reggaetón. A nivel global, estos géneros, junto con la música urbana, se han colado en el Top 10 de géneros globales, ocupando los puestos quinto, sexto y octavo.
Un crecimiento sostenido más allá del reggaetón
Los datos de Spotify Wrapped 2025 revelan que el éxito de la música latina es diverso y profundo. Ritmos como la salsa, el merengue y la guaracha han experimentado un crecimiento de dos dígitos tanto a nivel mundial como en Estados Unidos. Este fenómeno demuestra una expansión del paladar musical global, que abraza no solo los éxitos comerciales del urbano, sino también las raíces y la riqueza de otros géneros latinos.
El reinado de Bad Bunny en Spotify es un testimonio del poder traslatino de la música. Su capacidad para conectar con cientos de millones de oyentes en todo el mundo, combinada con el auge estructural de los géneros latinos en la plataforma, pinta un panorama donde la influencia cultural y musical desde Latinoamérica no solo persiste, sino que se profundiza y diversifica, marcando de manera indeleble el sonido global del presente.
