La plataforma de streaming Deezer ha levantado la voz de alarma. Según un nuevo informe de la compañía francesa, la música generada por inteligencia artificial está creciendo a un ritmo sin precedentes y sin control. Los datos revelan que más de 50.000 pistas creadas íntegramente por IA llegan a Deezer cada día, una cifra que multiplica por cinco la registrada a principios de 2025. Esta avalancha de contenido sintético representa ya el 34% de todas las canciones que la plataforma recibe a diario, modificando radicalmente la composición de su catálogo.
El Motivo Principal: Un Fraude a Gran Escala en las Regalías
Deezer deja claro que la motivación detrás de la mayoría de estas subidas no es artística, sino económica y fraudulenta. La compañía confirma que aproximadamente el 70% de las reproducciones de esta música 100% generada por inteligencia artificial son fraudulentas. Estos streams, inflados artificialmente mediante bots o técnicas de manipulación, buscan desviar indebidamente fondos del pool global de regalías. Para proteger a los creadores humanos, Deezer excluye sistemáticamente estas reproducciones sospechosas del reparto de ingresos.
Las Medidas Defensivas de Deezer: Detección y Exclusión
Ante esta amenaza, Deezer ha implementado un protocolo estricto para contener la influencia del contenido sintético y preservar la integridad de su ecosistema. La plataforma activó en enero de 2025 un sistema de detección patentado que identifica automáticamente las pistas generadas por IA. Como parte de su estrategia, la compañía ha decidido excluir por completo este contenido de sus recomendaciones algorítmicas y de sus playlists editoriales. Estas acciones buscan dificultar que el contenido fraudulento gane visibilidad de forma orgánica y, al mismo tiempo, proteger los ingresos de los artistas legítimos.
La Incapacidad de los Oyentes para Diferenciar la Música Humana de la IA
Un estudio global encargado por Deezer a la firma Ipsos, con 9.000 participantes, arrojó un dato contundente: el 97% de los oyentes no pudo distinguir entre una canción generada por inteligencia artificial y una compuesta por humanos en una prueba de escucha ciega. Este hallazgo subraya que el desafío no es solo económico, sino también cultural y de transparencia. La investigación también revela una demanda clara por parte de los usuarios: el 73% quiere saber cuándo su plataforma les recomienda música de IA y el 80% exige que estas pistas estén claramente etiquetadas.
El Impacto Económico y la Urgente Necesidad de Regulación
La preocupación se extiende más allá de las plataformas. En España, la SGAE ya alertó de que casi la mitad de los autores con mayores ingresos teme una caída del 40% en sus ingresos debido a la IA. Su estudio proyecta que, para 2028, hasta el 28% de los ingresos por derechos de autor podría estar en riesgo, lo que se traduciría en pérdidas potenciales de 100 millones de euros en un solo año. La industria coincide en la urgencia de establecer un marco regulatorio claro que aborde el fraude, garantice la transparencia y proteja la sostenibilidad de la creación musical humana. Los datos de Deezer confirman que la escala del problema requiere una acción inmediata y coordinada.




