La estrella pop Sabrina Carpenter ha criticado a la administración de Donald Trump después de que la Casa Blanca publicara un video del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) utilizando su canción “Juno” como banda sonora. La artista calificó el material como “malvado y repugnante”.
Sabrina Carpenter y el uso no autorizado en un contexto controvertido
El un video, publicado por la Casa Blanca, muestra a agentes de ICE realizando arrestos y detenciones, acompañados por el fragmento de la exitosa canción de Carpenter. En respuesta, la cantante declaró en la plataforma X: “Nunca me involucren ni a mí ni a mi música para beneficiar su agenda inhumana”.
La portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, respondió a las críticas sin mostrar arrepentimiento: “No nos disculparemos por deportar de nuestro país a peligrosos asesinos ilegales, violadores y pedófilos”. Esta réplica ha intensificado la polémica.
Un patrón recurrente en la Casa Blanca
Este incidente no aislado, sino que es un patrón recurrente de la administración Trump, que han utilizado obras sin la autorización de los artistas. Recientemente, Olivia Rodrigo condenó un video similar que empleaba su tema “All-American Bitch” para fomentar deportaciones. Kenny Loggins también criticó el uso de “Danger Zone” en un video generado por IA, y los seguidores de Taylor Swift protestaron por la utilización de “The Fate of Ophelia”.
La acción de la Casa Blanca es particularmente irónica dado que “Juno” forma parte de un momento lúdico en los conciertos de la gira Short n’ Sweet de Carpenter, donde la artista simula “arrestar” a fans por ser “demasiado atractivos”, repartiendo incluso esposas de juguete rosas. El contraste entre este contexto original y las imágenes reales de detenciones migratorias ha generado un rechazo unánime por parte de la cantante y sus seguidores.
El derecho de los artistas frente al uso político
Este caso resucita el debate sobre los derechos morales y de propiedad intelectual. El uso no autorizado de creaciones musicales con fines políticos, especialmente cuando el artista se opone a dicha ideología, plantea serias cuestiones éticas. Este incidente subraya la importancia del consentimiento artístico y el respeto a la integridad de la obra.
